martes, 5 de junio de 2018

Los polimafiosos








Todo comienza con un compromiso gramatical que lleva a emplear una sola vocal, donde hay que elegir entre una A o una O, lo cual irremediablemente determina el masculino o el femenino para cualquier cosa, incluidas las personas. 
La propia palabra (personas), es femenina por su estructura gramatical, y sin embargo se refiere por igual a hombres y a mujeres. Así pues, decir a las personas y a los personos, es de una ridiculez absoluta. Un idioma debe ser ágil y rápido, así que alargarlo creando duplicidades, es una contrariedad evolutiva. 
En todo caso y como ejemplo, quizás lo que se debería decir es, (me dirijo a todas las personas de esta tierra, en vez de decir, me dirijo a todos los hombres y todas las mujeres de esta tierra). 
Lo cierto es que todo esto es una manipulación lingüística de los políticos, que ante el fenómeno del feminismo, creen que les hará ganar votos de feministas, pero en realidad solo es una tomadura de pelo a las mujeres, a costa además de pisotear nuestro idioma, algo que como a tantas otras cosas, ellos no tiene o no deberían tener derecho alguno.