jueves, 11 de julio de 2013

La Manga del Mar Menor ¿Misterio?







Posiblemente a lo largo de toda la costa mediterránea, La Manga sea el punto de mayor equilibrio ecológico, el punto de mejor temperatura del agua de toda la península, unos 26 grados en verano, frente por ejemplo a unos 17 que puede tener la costa del sol.
Unas playas completamente azules y de arena blanca, a lo que se le une, el no tener contaminación alguna, ya que en sus 20 km, no hay industria, ni río, ni rambla alguna,(en la parte del mediterráneo); todo eso con su indiscutible peculiaridad de tener un mar a cada lado.
Así que una inmensidad  de quienes aquí vienen, pueden sentir su magia, y quienes estamos siempre, además de disfrutarla, conocemos las razones tangibles que nos comprometen definitivamente con ella.
Pero La Manga, como todas las cosas importantes, tiene sus detractores, algo que es más un orgullo que una lamentación, y probablemente una ventaja, ya que todo necesita un equilibrio, y superado este, sería imposible su habitabilidad. Aún así, fuera de la época veraniega queda demasiado despoblada, evitando, tanto una habitabilidad normal, como la falta de viabilidad de casi todos los comercios. Esto es algo que todos sabemos muy bien, pero no como paliarlo o resolverlo.

La Manga tiene unas limitaciones innatas e insuperables, y al no ser que se parta de ese entendimiento, nunca se llegará a una solución o mejora de su problemática.
El primer gran problema, parte del ayuntamiento y sus grises políticos, faltos de imaginación y sentido común, gentes que solo se dedica a seguir unas corrientes generales en urbanismos municipales, urbanismos que por lo general están basados en intereses, o en el mejor de los casos en modas y esnobismos, pero no en la lógica, o lo que debería ser el sentido común.
Supongo, que casi toda la gente que viene a pasar unos días de vacaciones a la playa, si algo no necesita, es traerse sus semáforos, direcciones prohibidas, direcciones obligatorias, y demás imposiciones de tráfico; la gente necesita comodidad, y esta, inconscientemente le hará apreciar el lugar y volver a él.
En La Manga, por sus características geográficas, se hace indispensable el uso del coche, ya que al estar tan extendida no es posible el ir a pie, pero el ordenamiento urbano ha creado una pesadilla en este aspecto. Normalmente todos los conductores deseamos el poder parar en cualquier momento, pero aquí no es posible, porque está toda "canalizada", con esos amenazantes bordillos de cemento, que además del temor que provoca rozarlos con una rueda, impiden el poder detenerte ni tan siquiera un momento en el lugar deseado. A todos nos ha pasado, el intentar detenerte, simplemente para tomar un café, entrar a la farmacia o comprar el pan, y nos hemos pasado del lugar, en busca de un hueco, un puerta de escape donde dejar el coche, y en esa búsqueda nos hemos alejado tanto, que renunciamos a nuestra necesidad.
He oído hablar infinidad de veces de esos esnobismos de carril bici, paseo peatonal.... Sin una reflexión previa sobre las limitaciones geográficas, y es que aquí no es posible todo eso, al menos como la gente lo imagina; aquí hay que hacer las cosas con lo que se dispone, y únicamente así, esto volverá a tener el encanto que un día tuvo.
En mi opinión, habría que meter el pico mecánico y acabar con todos esos canales asesinos de hormigón, del mismo modo que han acabado con los malditos badenes de cemento que había en la carretera, afortunadamente, en el ayuntamiento, hay o ha debido haber algún técnico que le regía correctamente la cabeza y acabó con ellos. Esos badenes, sin duda tendrían sus seguidores, pero estoy convencido de que una vez eliminados, nadie los ha echado de menos, sino todo lo contrario, ha sido motivo de numerosas celebraciones; pues lo mismo pasaría si se eliminaran todos esos malditos canales de cemento.
Hoy, en Europa, ya hay algunas ciudades donde después de muchos años de  indeseables bordillos afilados y asesinos, donde al pisarlos se pierde el control del coche y no se sabe hasta dónde pueden llegar las consecuencias, han sido eliminados y con ello la reducción de accidentes. Han decidido poner todo al mismo nivel, y los diversos carriles, así como las aceras, han quedado dividas solo por el color del pavimento.
Pero no solo el  !!excelentísimo!!, es responsable de sus desacertadas acciones urbanísticas, también los cómplices ciudadanos, que tras la costumbre de ver todo eso así y no tener la capacidad de imaginarlo de otra manera, ven con buenos ojos todos estos disparates.