lunes, 18 de julio de 2011

Silvie.





Hoy, mientras comía, algo que suelo hacer solo, y suele ser un buen momento de meditación para mi, me venían recuerdos del pasado, algo normal por otra parte, ya que nuestra vida está hecha fundamentalmente de nuestro pasado, el presente es un instante y el futuro solo una imaginación. 
Nuestro pasado empieza justo un instante antes de nuestro pensamiento presente, pero en el caso de hoy se alejaba a mis años de instituto, es decir, los años setenta.
 Esta vez mi recuerdo es un recuerdo muy concreto y especial, un recuerdo del que difícilmente alguien podría escribir más de una línea, sin embargo, para mi fue algo importante, puesto que nunca lo he olvidado, y siempre me ha acompañado; mi recuerdo es para Silvie, una niña francesa que me acompaño durante varios años en las clases de francés, aun la recuerdo, muy delgada, con su vestido minifaldero, propio de la época, su largo, lacio y oscuro cabello, con tan solo una onda en su parte final hacía el interior del cuello, también propio de la época, era alegre, divertida, capaz, solidaria, y su mejor amigo se llamaba Pierre, también francés, siempre iba junto a ella, juntos tenían sus continuadas aventuras y desventuras infantiles.
Silvie se convirtió en mi amiga inseparable, siempre la llevaba conmigo, aunque quizás ella nunca lo supo, creo que incluso me enamoré de ella, y quizás por eso nunca la he olvidado, de ahí mis frecuentes y nostálgicos recuerdos.
Pero no la he vuelto a ver, estará muy cambiada, ya tendrá cerca de cincuenta años, y me pregunto como será ahora, tampoco sabría como encontrarla de nuevo, perdí esos libros y ahora no se en que estantería de librería o baúl de recuerdos podría encontrarla, pero me gustaría volver a ver esas viñetas o estampaciones, con su cara, sonrisa y efectos dinámicos, mientras andaba, hablaba o corría alegremente por las páginas del libro de texto del Francés de los años setenta. 

11 comentarios:

  1. Espero que algún día la encuentres....Bs.

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  2. Ella seguirá siempre niña en tu memoria, no rompas la magia y deja que así siempre sea. Muy bonito relato. Un saludito

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  3. Qué bonito relato de tu recuerdo de Silvie!
    tan especial que es mejor dejarlo en el archivo
    de tu memoria...tal cual la ves!.Quizá ahora te estén esperando otras historias por vivir tan bonitas y distintas!....
    Aquellos amores platónicos todos los hemos tenido y permanecen con nosotros en la caja de pandora.....no la abras!... perdecia su encanto.Bonito tu blog me alegro de haberlo encontrado,,,saludos cordiales.

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  4. Pues sí, seguirá en mi memoria, ya ha pasado la prueba de fuego después de treinta años. Muchas gracias Jetz, también a ti, mi amable anónimo, siento mucho no saber quien eres, pero quizás no sea necesario. Muchas gracias, sin vosotr@s no escribiría nada.

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  5. A volte è bene lasciare i ricordi così come sono, magici e teneri, dolci e amari.
    Buona notte caro amico

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  6. ¡Qué recuerdos me trae a la memoria! Yo también tuve mi amor francés. Desde niños con 4 ó cinco años, todos los años en el mes de Agosto venía de vacaciones y éramos como hermanos. Vincent, ese era y es su nombre, tenía el pelo rubio y los ojos verdes (desde entonces tengo especial debilidad por estas características físicas en los hombres) Durante más de 10 años ininterrumpidamente continuamos nuestra amistad, incluso cuando yo ya salía con otros chicos, él venía siempre conmigo. Aquél verano lo encontré distinto. Desde primera hora de la mañana ya lo tenía en mi casa todos los días, me daba conversación en francés para que yo practicara, me miraba mientras pintaba y permanecía en silencio. Por la tarde, después de comer, hacíamos la siesta en el suelo sobre una manta y cuando despertaba siempre lo encontraba peligrosamente cerca de mí, aunque dormido (o eso me parecía). Luego al anochecer yo ya salía con un medio novio y él ya no venía conmigo, pero siempre al regresar a casa me estaba esperando para la última charla antes de acostarnos. Cuando regresó a Paris, recibí una carta suya donde me declaró que se había enamorado de mí desde hacía dos veranos, y a partir de aquella carta estuve recibiendo correspondencia apasionada de mi amigo, que continuó siendo mi amigo, pero al que ya no pude ver como un hermano.Incluso vino a verme cuando ya me había casado, también me visitó cuando me divorcié, incluso salimos juntos un verano, hasta que poco a poco desapareció para hacer su vida.
    Estuve hace unas Navidades en Paris, y recordé nuestra historia preguntándome si le reconocería si me cruzara con él...
    Entonces mi pareja le pidió la guía telefónica al recepcionista del hotel y me dijo ¡Búscalo y quedamos en encontrarnos!
    Sabía su nombre y apellido.... así que lo busqué, pero no lo encontré.
    Hace unos meses me encontré con un familiar suyo que me dijo que ya no vivía en París, sino en un pueblo de alrededor....
    Aún confío en que un día nos veremos y recordaremos nuestra bella amistad... Salvador, gracias por traerme a la memoria este recuerdo tan tierno con tu relato de Silvie , y perdona porque casi te lleno la página. - R -

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  7. Me encanta haber podido traerte esos recuerdos, sin duda los mejores, nada que ver con ningún otro tipo de recuerdos.La vida se divide por igual, entre el hacer y el sentir, pero hemos caído en dedicar la mayor parte al hacer, así que también me alegro por haber podido variar hoy en ti, esa cantidad de parte, en favor del sentir. -R- gracias por tu agradable visita. Un abrazo.

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  8. Siento que no se haya entendido correctamente el escrito el escrito, pero es que en realidad Silvie, no es una persona real, simplemente era un dibujo, una protagonista del libro.

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  9. Intentaremos ,hacer una visita por St Michelle... para intentar de encontrar tu amiga Silvie ....ya que alli se encuentran ,muchos libros viejos al vorde de Seine.G

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