lunes, 29 de abril de 2013

Rojo y Azul



Por fin en España empieza a borrarse del suelo la línea que separa el azul del rojo, y una vez unidos los colores, resulta que ya no hay color, ya no hay escudo, ya no hay bandera, ya no hay falsos valores, solo queda el agreste color natural del suelo. ¿Y ahora qué?, ¿qué harán los españoles?, ahora que ya no tienen unos líderes a los que venerar, ni azules ni rojos, ya que unos y otros, durante años estuvieron tomándoles el pelo, (Aunque costó darse cuenta de ello), pero ahora es distinto, ahora, visto qué, rojos y azules, no solo nos han estado tomado el pelo durante años, sino que ahora incluso nos han arrancado las cabelleras, como hacían los indios. ¿Ahora qué?, ¿Que harán los españoles?

 Pues de momento, supongo qué, una vez perdida la cabellera, dispuestos a empezar a preparar su vello pectoral, más el de sus partes más íntimas, para seguir con las forzosas ofrendas a sus desmitificados dioses de la política.

Pero no todo es malo, sin duda ha sido un gran paso adelante el desenmascarar a toda esta banda de represores y mangantes.  Con un mínimo de dignidad y amor propio, confío en que los españoles, antes o después sean capaces, no solo de acabar con ellos, sino de encontrar a unos verdaderos representantes de los intereses generales.  Unos representantes a los que exigirles, en primer lugar la renuncia a los privilegios que sus antepasados rojos y azules no estuvieron dispuestos a renunciar, exigirles un mínimo de "referéndums" anuales para tomar las decisiones más relevantes, algo que por ejemplo, hará imposible el llevar a cabo guerras asesinas, leyes caprichosas que prohíban lo uno o lo otro, leyes que permitan el robo mediante multas, como método recaudatorio, generalmente injustas o desproporcionadas.  Unos representantes que mantengan un estado reducido en todo su ámbito, con solo los gastos necesarios, y no un estado con un sin fin de inventadas necesidades para subvencionar, con un sin fin  de obras públicas que acometer y solo concursadas por sus empresas o empresas de sus amigos, donde todos los presupuestos acaban inflados en varias veces su verdadero valor……Y así sucesivamente eliminar todo lo que ha llevado a este país a la actual situación.
Pero ni rojos ni azules, esos no tienen arreglo posible, son como heroinómanos irrecuperables y entregados al inevitable mundo de la delincuencia.  

miércoles, 10 de abril de 2013

Velero, Triana 36

Solo el navegante puede llegar a sentir el mayor de los niveles de paz y libertad, esa sensación de sentirse a salvo de cualquier amenaza de esta sociedad, lejos del alcance de cualquier mal intencionado disparo o agresividad, lejos del alcance de cualquier malévola mirada, lejos del alcance de cualquier molesto sonido.

La navegación y la travesía, lugar y tiempo donde se alcanza el poder absoluto sobre uno mismo, salvo con el elegido compañero de negociaciones, el mar.
Pero el mar no te molesta, él nunca pide más de lo que es legítimo y natural, una condición fácil de aceptar, sencilla, justa, honesta.

La navegación y las velas, el mayor de los encuentros donde todo acontece según las reglas de la naturaleza, el viento y el mar, con el barco y el marinero, al unísono, como un auténtico centauro.

A veces, el nivel de exigencia del mar es demasiado alto, un mar bravío, de grandes olas, agua sobre la cubierta, paredes de mar a babor y a estribor, una proa que enfila al cielo, para rápidamente caer y enfilar hacía el fondo del mar..... Pero es ese momento en el que el marinero llega a su máximo esplendor, a la mejor y más brillante de sus negociaciones, tratando de superar todos sus obstáculos, son momentos difíciles, sí, pero apasionantes. Y cuando vuelve la calma, o se regresa a puerto, sabes que no le has vencido, pero sabes algo aun mejor, ¡Has compartido su grandeza!